La pluma era una medida de caudal muy poco
precisa, que variaba bastante en función de las localidades. Se trataba de una
referencia contractual, ya que en realidad el suministro era muy variable. El
caudal se medía con un plumero que incorporaba un juego de orificios
calibrados.
Según el Diccionario de la Real Academia
Española, la pluma de agua es una unidad de medida que sirve para aforar las
aguas, y cuya equivalencia varía mucho según los países.
El Diccionario enciclopédico Vox 2009 (Larousse
Editorial) es una unidad de medida para aforar aguas y que en España equivale a
un gasto de 0,025 litros por segundo.
La página web de Fisicanet define la pluma de
agua como una unidad fontanera española, exportada también a la isla de Cuba
(Habana). Ha servido para distribuir y aforar las aguas. La provisión de agua
por 24 horas dependía del diámetro del tubo, es decir, que podía ser de 1100 m
³, 2000 m ³ o mayor cantidad.
En las dos imágenes anteriores se pueden
observar dos plumas de aguas del 1700 utilizadas por el Marqués de Villabianca
para la venta de agua en Palermo Sicilia.
La pluma de agua se conoce desde hace mucho
tiempo como un elemento aforador muy utilizado para el control y venta del
caudal de agua, sobre todo, de abastecimiento. La regulación del agua de cada
abonado, dependiendo de lo que pagaran, era por medio de plumas de agua, las
cuales se controlaban por el citado aforo y con la ayuda de un plumero, un
artilugio con diferentes orificios calculados para poder dar los litros de agua
concertados en cada casa. Era un sistema arcaico y que tenía la
desventaja que cuando el depósito del abonado estaba lleno, el resto de agua
que seguía entrando, se vertía al desagüe, no aprovechándose. Cada orificio era
de un caudal determinado, solía estar grabado en la misma placa y que con la
ayuda de unos tapones, se podía ajustar el plumero a la cantidad de agua
que afloraba para así poder calcular los litros o metros cúbicos suministrados
y saber de lo que se podía disponer para las acometidas solicitadas.
También se hacían trampas (como en la actualidad
con los contadores), el truco consistía en limar un poco los tubos para que
pasara más agua hasta que el funcionario iba con una medida y lo detectaba...
Muy utilizado en Cataluña hasta hace bien poco.
Cada pueblo tenía su "ploma d'aigua". Mataró, Barcelona, Igualada,
etc. ( “L'aigua clarificada era conduïda per les canonades i, per gravetat,
s'elevava fins a arribar als repartidors, construccions anomenades torres o
"plomeros" que rebien l'aigua i controlaven el cabal que havia de
rebre cada client de la companyia. La mesura d'aigua era la "ploma de
peu" que a Terrassa equival a un cabal de 2.000 litres diaris, mesura tradicional
catalana, denominació que té el seu origen en el cabal d'aigua que podia passar
durant un dia per un orifici d'un diàmetre equivalent al de la canya d'una
ploma d'au”. Mina pública de Terrassa).
Caudal de una pluma de agua en Cataluña:
Barcelona: 2.200 litros/día
Lleida: 2.160 litros/día
Tarragona: 3.327 litros/día
Reus y Valls: 2.459 litros/día
Mataró: 7.405 litros/día
La pluma de agua tiene sus similitudes con otros
aforadores ya descritos en este libro como, por ejemplo, el Marco de Madrid.
Bon dia: Molt interessant el tema dels "plomers" .... que teniu més fotos ? On es poden veura ? O comprar ? Moltes gràcies
ResponderEliminarEstimado señor. Desde el aula senior de Castelldefels nos interesaria hablar con ud. Puede escribir a senior2010up@gmailcom
ResponderEliminarBon dia: ara ja tinc una plomera
EliminarMolt útil , gràcies per compartir!
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarEs muy curioso, no sabía que existía estas cosas de antes.Siempre se aprender algo nuevo. Auqnue este tema lo encontré en San Google, mi finalidad era buscar todo sobre como frenan las aguas de los canales y como lo elevan por gravedad de una montaña atra.
Es verdad que se habla mucho sobre los teorema de bernoulli y teorema de torricelli, la conservación de la energía.
Saludos.