El saneamiento.-
Desde los depósitos una red de canalizaciones los distribuia por las
calles. El gran volumen de aguas que llegaba obligó a los romanos a plantearse
cómo sacarlos del recinto urbano y devolverlas al cauce.
Los romanos desarrollaron lo que en la actualidad conoceríamos como el
ciclo del agua copiado por los higienistas modernos como Chadwick (Londres),
Belgrand (París) y García Fária (Barcelona).
Por otra parte aprovechando la energía del agua inventaron relojes, bombas
y órganos hidráulicos.
La primera cloaca en importancia fue la Cloaca Máxima iniciada en el 200
a.C y se cubrió en 158 a.C.
Cloaca Máxima |
Inicialmente solo el agua de lluvia se recogía lo que se hacía desde la
calzada mediante unos imbornales de reja de piedra que comunicaba con los pozos
de registro de las clacas, luego, tras el decreto de Agripa autorizando a
verter las aguas negras. Para mantener el servicio se formó un cuerpo especial
defuncionarios, los curatores cloacorum y brigadas de limpieza formado por
reos y esclavos forzados. Todo ello se
financiaba con un tributo específico y finalista, el tributum cloacorum que la
municipalidad cobraba a los ciudadanos.
En Roma
se fijan unos elementos y una filosofía
que, en lo esencial, es utilizado en nuestros días. Esta filosofía consiste en,
por una parte en la extensión de la red a toda la ciudad, convirtiéndose a su
vez en un factor generador de suelo urbano y el carácter unitario del mismo,
recogiendo aguas domésticas y pluviales. Otra parte importante es su gestión
municipal y económica.
Letrina pública de Ostia |
En
Hispania la red más importante de alcantarillado es la de Mérida: A partir de
las excavaciones realizadas, por los restos de tuberías encontrados de cerámica
y alcantarillado, se ha comprobado que el trazado viario actual coincide
prácticamente con el primitivo romano.
En
Toledo, cerca de la puerta de Bab el Mardum existe la salida de una galería
llamada Cueva de Hércules. Según los historiadores parece ser el desagüe de la
red de alcantarillado de la ciudad hoy desaparecida.
Cueva de Hércules |
Barcelona
era una ciudad de muy modesto tamaño en el imperio romano. Merece la pena
destacar por su importancia la alcantarilla que discurre por la calle de La
Palma de Sant Just. Seguramente debió de extenderse hasta las murallas pare
verter al final a la playa. Un ramal conservado se encuentra en la calle
Bellafila.. Otras canalizaciones localizadas están junto a las murallas en el
interior del Museu d’Historia de la Ciutat, en la calle Tapinería. Dos canales
de sección rectangular, cubiertas con losas adinteladas, que vertían hacia la
riera de Merdançar.
Alcantarillado romano de Badalona |
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