Uso industrial del agua.-
Roma contaba con una amplia zona
inundable y Julio César llegó a planificar una desviación del curso del Tíber.
Augusto organizó una comisión senatorial, los curatores Tiberis, que tenía a su
cargo el drenaje sistemático y el mantenimiento del cauce. Aun así, las
inundaciones en Roma, fueron frecuentes.
Los romanos trataron de paliar esas
fuerzas de la Naturaleza mediante canales otras obras de gran envergadura,
que sirvieron además, para evitar zonas lacustres y pantanosas y facilitar las
comunicaciones y el transporte, más fácil por vía fluvial que por vía
terrestre.
En el año 102 antes de Cristo, Mario
llevó a cabo una intervención en la desembocadura del Ródano.
Muela romana de aceite |
Los romanos inventaron o perfeccionaron
una amplia gama de maquinaria, y la industria se benefició directa o
indirectamente de éstos conocimientos.
- Molinos: la fuerza motriz del agua no fue en absoluto menospreciada. Se comprueba en los molinos hidráulicos y en la minería. Las instalaciones de Barbegal, en el sur de Francia, permitían moler unas 4,5 toneladas de harina al día. La perforación de galerías en el conglomerado de la montaña permitía hacer circular una enorme cantidad de agua, cuya presión provocaba el derrumbe para recuperar el oro del yacimiento.
- Piscifactorías: aunque parezcan un invento moderno, los romanos ya disponían de viveros, tanto para peces de agua salada, como de agua dulce. Para unos y otros peces, se construyeron las piscinae perfectamente adaptadas a su funcionalidad. En ellas se criaban gran número de especies, seleccionadas según los gustos de la época y las condiciones físicas del lugar. Piscifactoría famosa de Sagunto.
- Tintorerías: tinctoriare y fullonicae eran instalaciones artesanales que requerían un importante suministro de agua. Las conocemos con detalle, gracias a los restos conservados en Pompeya. En la antigua ciudad aún pueden verse los recintos y cubetas destinados a los diversos procedimientos, como el lavado o el teñido. Los operarios (fullones) pisaban la ropa para empaparla bien y la teñían de una amplia gama de colores. El tinte, mediante los más variados, exóticos y preciados pigmentos, estuvo muy en boga en Roma, al igual que en otros muchos lugares del mundo antiguo, ya que el lujo en el vestir se asociaba con determinados colores. El púrpura por ejemplo, se identificaba con el emperador.
- Presas y canales: eran infraestructuras, para incrementar mediante el riego, la producción agrícola. Éste agua que no necesitaba potabilidad, permitía obras menos aparatosas por lo que se han conservado en un número menor, amén de la explotación de los mismos terrenos durante años, también ha contribuido a su rápida extinción.
- La minería, es otro tema muy relacionado con el agua y legislado era el de las explotaciones mineras romanas en la península Iberíca.Las primeras muestras de concentración de metales en el mar Mediterráneo a causa de la actividad humana son de hace 2.800 años, según un estudio dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los resultados del trabajo reflejan que el inicio de la contaminación en el Mediterráneo coincide con el desarrollo de las civilizaciones griega y romana. El aumento de la concentración de zinc, plomo, cadmio, cobre, arsénico y hierro se corresponde en el tiempo con la expansión de la industria minera, la metalurgia, la cultura y la tecnología de las civilizaciones antiguas, especialmente durante el periodo romano.
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