Desde las operaciones de la mayor planta de tratamiento de agua (PTA) o de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de un área metropolitana hasta los sistemas rurales más pequeños, los objetivos son básicamente los mismos: cumplir las normativas y lograr los resultados más eficientes al menor coste práctico.
Las soluciones de control más factibles (esto es, más asequibles) varían según el proceso, el tamaño de la planta y las limitaciones de presupuesto. He aquí varias directrices de alto nivel para lograr una estrategia común que funcione en prácticamente todas las aplicaciones: buenos datos, analizados adecuadamente, producen buenos resultados.
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