- Colillas, bastoncillos, aceites y otros productos se vierten diariamente por los desagües de los hogares, un mal hábito con una costosa factura económica y medioambiental
A veces necesitamos que sean los más jóvenes los que nos llamen la atención sobre prácticas que creíamos inocuas y que se han demostrado muy perjudiciales para nuestro ecosistema.
Nuestros hogares también son el campo de batalla en la lucha para preservar el planeta. Si ya hemos empezado a reciclar el plástico, el papel y el vidrio, ¿por qué no evitamos usar el fregadero y el váter como los nuevos cubos de la basura en los que cabe todo?
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