(Núm. exp. 670/000081)
AUTOR: JOSÉ MARÍA CAZALIS EIGUREN (GPV)
El
señor vicepresidente da lectura al punto 3.2.
El señor
VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Tiene la palabra el senador Cazalis.
El
señor CAZALIS EIGUREN: Arratsalde on,
mahaiburu jauna; arratsalde on, senatari jaun-andreok; arratsalde on, ministra
andrea.
No sé si solo
quince minutos van a dar para hablar de toallitas, pero vamos a intentarlo.
Señorías, la aparición de nuevos materiales y formatos destinados a la higiene
personal ha supuesto un gran avance y una pequeña revolución en los hábitos
higiénicos de todos nosotros, revolución que se ha dado, no solo en la higiene
personal, como he dicho, sino también en la forma de limpiar y cuidar de manera
específica muchos objetos de uso cotidiano. Hoy, en cualquier supermercado
podemos encontrar todo tipo de toallitas para la higiene personal de adultos y,
por supuesto, para bebés, e incluso para mascotas, pero también toallitas
medicalizadas, bronceadoras, para la limpieza de materiales plásticos, para
salpicaderos, para cristales, para gafas, para pantallas de ordenador, para
cocinas, para baños, e infinidad de cosas más. E incluso para cuestiones que
mejor no comentamos desde esta tribuna porque no viene a cuento. El problema es
que el 94 % de esos materiales contienen plásticos en su composición,
normalmente poliestirenos, viscosa, polipropileno o todas sus combinaciones
posibles, lo que los convierte en no biodegradables. Solo algo menos del escaso
6 % restante basa su composición en la celulosa, pero sus fibras normalmente
están unidas por un ligante químico, lo que hace que algunos componentes de la
toallita tampoco sean biodegradables. Digamos que, en general, se trata de
materiales de tipo tejido no tejido, que se obtienen de la compactación de las
fibras plásticas o de celulosa mediante calor o por ligantes químicos, sin
necesidad de tejer sus fibras.