La alta contaminación del agua amenaza a 323 millones
de personas en América Latina, África y Asia. (aguasresiduales.info)
01/09/2016
Contaminación de las
aguas
La contaminación del agua también amenaza con
engendrar más desigualdad entre países
- Las
principales causas del preocupante aumento de la contaminación de las
aguas superficiales en Asia, África y América Latina son el
crecimiento demográfico, el aumento de la actividad económica, la
expansión e intensificación de la agricultura y la mayor cantidad de aguas
residuales no tratadas que se descargan en los ríos y lagos
Unos 323
millones de personas están en
riesgo de contraer enfermedades potencialmente letales como el cólera y la
fiebre tifoidea debido al aumento de la contaminación del agua en tres
continentes, advirtió hoy el Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente, PNUMA.
El preocupante
aumento de la contaminación en las aguas superficiales de Asia, África y
América Latina también amenaza con dañar fuentes vitales de alimentos y
perjudicar las economías de los continentes, señala ONU Ambiente en su último
informe, Snapshot
of the World’s Water Quality. Al complicar aún más el acceso a agua
de calidad, la contaminación del
agua también amenaza con engendrar más desigualdad, pues golpea con mayor
fuerza a las personas más vulnerables: las mujeres, los niños y las personas
más pobres.
Jacqueline McGlade,
Directora Científica de ONU Ambiente, dijo que la "cantidad cada vez mayor de aguas
residuales que se vierten en nuestras aguas superficiales es muy preocupante.
El acceso al agua de calidad es esencial para la salud y el desarrollo humano.
Ambos enfrentan riesgos si no logramos detener la contaminación".
"Afortunadamente
es posible comenzar a restaurar los ríos que ya están gravemente contaminados,
y está claro que nos queda tiempo para evitar que aún más ríos se contaminen.
Es de vital importancia que el mundo se una para combatir esta creciente
amenaza", advirtió.
Las principales
causas del preocupante aumento de la contaminación de las aguas superficiales
en Asia, África y América Latina son
el crecimiento demográfico, el aumento de la actividad económica, la expansión e
intensificación de la agricultura y la mayor cantidad de aguas residuales no
tratadas que se descargan en los ríos y lagos.
Según el
informe de ONU Ambiente, la
contaminación patógena y la contaminación orgánica aumentaron en más de 50 por
ciento de los tramos fluviales entre 1990 y 2010 en los tres continentes,
mientras que la contaminación salina aumentó en casi un tercio.
Contaminación
patógena
Se estima que
una grave contaminación patógena –cuyo aumento se debe principalmente a la
expansión de sistemas de alcantarillado que descargan aguas residuales sin
tratamiento a las aguas superficiales–afecta
a cerca de una cuarta parte de los tramos fluviales de América Latina, de 10 al
25 por ciento de los tramos fluviales de África y hasta la mitad de los tramos
en Asia.
En algunos países,
más de 90 por ciento de la población depende de las aguas superficiales como
fuente de agua potable. Cuando se contaminan, estas aguas –que también se
utilizan en la preparación de alimentos, el riego de los cultivos y la
recreación– representan una grave amenaza para la salud humana.
Alrededor de 3,4
millones de personas mueren cada
año por enfermedades asociadas con patógenos en el agua,
como el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis infecciosa, la poliomielitis,
la criptosporidiosis, la ascariasis y las enfermedades diarreicas. Muchas de
estas enfermedades son causadas por la presencia de desechos humanos en el
agua.
ONU Ambiente estima que hasta 25 millones de personas están en
riesgo de infección de estas enfermedades en América Latina, 164 millones en
África y 134 millones en Asia. La solución no es solo construir más alcantarillas, sino
tratar las aguas residuales.
Contaminación
orgánica
Se produce
contaminación orgánica severa cuando se liberan grandes cantidades de
compuestos orgánicos degradables en los cuerpos de agua. En la actualidad este
tipo de contaminación afecta aproximadamente a uno de cada siete kilómetros de
todos los tramos fluviales de América Latina, África y Asia. Este tipo de
contaminación puede conducir a la desoxigenación total de los cuerpos de agua,
y esto representa una seria amenaza para las pesquerías de agua dulce, que
suministran la sexta fuente más importante de proteína animal para los seres
humanos y que, en los países en desarrollo, dan empleo a 21 millones de
pescadores y generan 38,5 millones de puestos de trabajo indirectos.
Salinidad
Alrededor de
una décima parte de todos los tramos fluviales de América Latina, África y Asia ya está afectada por contaminación salina severa
y moderada. Los
altos niveles de salinidad producidos cuando los humanos vertimos aguas
residuales salinas de minas, sistemas de riego y hogares en los ríos y lagos
hacen que, para los agricultores más pobres del mundo, sea todavía más difícil
irrigar sus cultivos. Entre 1990 y 2010 la contaminación salina aumentó en casi
un tercio de todos los ríos de los tres continentes.
Eutrofización
La agricultura
se ha intensificado y expandido a medida que el mundo busca la manera de
satisfacer la creciente demanda de alimentos de su población en auge. Esto ha aumentado la cantidad de fósforo,
proveniente de fertilizantes y pesticidas, que contamina los cuerpos de agua. La
eutrofización resultante puede conducir a un auge de plantas nocivas y a la
proliferación de algas, así como a cambios en la estructura del ecosistema y
las especies de peces.
Más de la mitad de
las cargas totales de fósforo en 23 de los 25 lagos más importantes de todo el
mundo son de origen humano: fertilizantes inorgánicos, desechos del ganado y
aguas negras humanas. Hoy, en la mayoría de los grandes lagos de América Latina
y África los niveles de fósforo son mayores que en 1990.
Soluciones del reto
de la calidad del agua
Todavía hay
tiempo para hacer frente a la contaminación del agua. Es necesario mejorar la monitorización del
agua, especialmente en los países en desarrollo, para comprender la magnitud
del problema en todo el mundo y poder identificar los puntos más críticos. Una
vez que se hayan realizado evaluaciones exhaustivas, hay muchos métodos viejos
y nuevos que pueden ayudar a reducir la contaminación en la fuente, tratar las
aguas contaminadas antes de que entren en los cuerpos de agua, reciclar las
aguas residuales para el riego y proteger los ecosistemas; por ejemplo, mediante
la restauración de humedales para eliminar los contaminantes traídos por
escorrentía urbana o agrícola.
"No
hay duda de que tenemos las herramientas necesarias para enfrentar este
problema, que se agrava cada día", dijo McGlade. "Ahora es el momento de utilizar estas
herramientas para combatir esto que lentamente se está convirtiendo en una de
las principales amenazas para la salud y el desarrollo humano en todo el
mundo."
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