PROBLEMA
MEDIOAMBIENTAL
“El monstruo de
las cloacas” se apodera del mar. La Vanguardia 10.08.16
·
Las toallitas higiénicas que se tiran
por el retrete llegar al mar tras colapsar las estaciones de bombeo de nuestras
depuradoras
·
En Nueva York ya le llaman “el monstruo de las cloacas”, no sólo por el mal olor que desprende, sino por los
problemas monstruosos que ocasiona en la red de alcantarillado de la ciudad.
Las toallitas higiénicas se han convertido en un gran problema a nivel mundial
que colapsa bombas y cañerías y ocasiona graves inconvenientes a la sociedad y
al medio ambiente.
·
Durante muchos años, las toallitas húmedas
han sido consideradas elementos higiénicos biodegradables que, según su
etiquetaje, podían desecharse por el lavabo. Lejos de ser cierto, su
composición y su masificación provocan muy regularmente graves enredos capaces
de obstruir las bombas de cualquier estación depuradora, ocasionando un colapso
de consecuencias gravísimas para el medio ambiente. Ante situaciones como ésta,
el agua que circula por la red brota por los aliviaderos de las estaciones que,
en el caso de Barcelona, acaban desembocando al mar.
·
Quizás no llegan a verse sobre la arena de
nuestras playas, pero su presencia es innegable e incuestionable. Tras la
verbena de San Juan, la asociación Yotuba organizó una limpieza del fondo marino
de la Mar Bella de Barcelona, donde contaron con la participación de gente
anónima que quería tomar conciencia de lo que se alberga en el fondo de
nuestras costas. En tan sólo una hora, el grupo de voluntarios recolectó más de
50 kilos de toallitas higiénicas; un dato que ejemplifica la delicada situación
que vive el litoral.
·
Desde la Estación Depuradora de Aguas
Residuales del Besós reconocen que desde que creció el consumo de toallitas los
colapsos que sufren las bombas de la planta son mucho mayores, así como sus
consecuencias. “Hasta entonces lo habitual que podíamos encontrar por la red de
alcantarillado eran preservativos, compresas, aplicadores de tampones y
bastoncillos de las orejas, cosas que la gente echa por el retrete pero que
difícilmente llegaban a obstruir con tanta facilidad las cañerías”, explica
Ignasi Batallé, jefe de planta del EDAR del Besós. Desde el consumo masivo de
estos elementos higiénicos su presencia es más habitual en todas partes, tanto
en las averías de las estaciones de bombeo como en el propio mar.
·
Las toallitas higiénicas se han
convertido en un problema (Martí Paola)
·
“La gente debe entender que los lavabos no
son papeleras donde desaparece todo lo que echamos. Sí que nosotros trabajamos
intensamente para que así sea, pero en ocasiones la capacidad de nuestras
infraestructuras se colapsa debido a factores excepcionales, como lluvias
torrenciales por ejemplo”, reconoce Batallé, admitiendo que si “sólo se tirara
papel higiénico por el retrete, nadie sufriría las consecuencias de los
colapsos”.
·
Afortunadamente, las empresas fabricantes
de toallitas empiezan a indicar debidamente en sus envoltorios que el producto
no debe ser desechado por el WC, lo que reduce en cierta manera la
desinformación que ha existido al respecto. Las asociaciones que velan por el
medio ambiente, como WWF, trabajan desde hace muchos años en reducir el impacto
medioambiental que supone este producto, instando a administraciones públicas,
fabricantes y consumidores a utilizar su cuota de responsabilidad y minimizar
lo máximo posible los efectos de las toallitas sobre la naturaleza. “Hemos
llegado ya a una situación muy grave que no sólo pone en peligro a muchas
especies marinas, sino que además empieza a perjudicar los escalones más bajos
de la cadena alimentaria de la fauna del mar”, explica Raúl García, responsable
de WWF en asuntos marítimos.
·
La gente debe entender que los lavabos no
son papeleras donde desaparece todo lo que echamos. ignasi batallé jefe de planta del EDAR del Besós
·
Junto a las toallitas higiénicas
encontramos otros elementos de índole similar e igual de perjudicial como las
limpiadoras de gafas, los desmaquilladores o los trapitos desechables para
adecentar las mamparas del baño. “Todo lo que no sea papel higiénico nos
perjudica, ya que es el único ideado para desechar por el retrete, porque su
formulación hace que con el propio movimiento del agua se desintegre por
completo”, explica Batallé.
·
Recientemente el ayuntamiento de Badalona
presentó la campaña “Stop WC: el váter no es una papelera”, una iniciativa
ideada para concienciar sobre el uso de estos elementos higiénicos y reducir
los problemas que ocasiona. Durante su presentación, el concejal de Medio
Ambiente, Àlex Mañas, explicó que, para una ciudad de unos 200.000 habitantes
como Badalona, el sobrecoste que suponen las toallitas húmedas puede llegar a
los 150.000 euros anuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario