CONTAMINANTES EMERGENTES
El hogar, foco de tóxicos cotidianos
Una campaña ciudadana pide un plan
estatal para combatir las sustancias químicas más peligrosas
Hay dos grupos de
población especialmente vulnerables a la exposición a las sustancias tóxicas: uno,
las mujeres embarazadas y los niños (Stuart Paton - Otras Fuentes)
Comparte en
16/04/2016 02:35 |
Actualizado a 16/04/2016 07:38
Los productos y artículos de
consumo presentes en nuestra vida –gran parte de ellos usados habitualmente en
el hogar– pueden contener sustancias tóxicas que han sido relacionadas con importantes
enfermedades que están al alza, como las que afectan al sistema reproductor,
cáncer, enfermedades del metabolismo o del sistema neurológico. Hay dos grupos
de población especialmente vulnerables a la exposición a las sustancias
tóxicas: uno, las mujeres embarazadas, porque muchas de estas sustancias
producen efectos negativos en el desarrollo del feto; el otro grupo, los niños
y los adolescentes.
Preocupan en este
sentido las que actúan como disruptores endocrinos (es decir, que alteran la
regulación hormonal), y están contribuyendo a un aumento de las enfermedades
hormonales. Geles, champús, juguetes, suelos, envases de plástico para
alimentos, tintas de impresión, ropas y tejidos, ambientadores, productos de
limpieza del hogar son un foco de riesgos. Pero en esta lista variopinto
inquietan especialmente los ftalatos, sustancias químicas artificiales que se
usan como plastificantes y fijadores, y que pueden alterar el sistema
endocrino. La Fundación Vivo Sano ha presentado esta semana, a través de la
campaña “Hogar sin tóxicos”, un documento en que pide a las autoridades que
pongan en marcha cuanto antes una estrategia nacional dirigida a reducir la
exposición de los ciudadanos a estas sustancias tóxicas. “Hay alternativas para
evitar el contacto con las sustancias peligrosas, pero en otras ocasiones es
fundamental que la Administración las prohíba”, dice Dolores Romano, experta de
Ecologistas en Acción.
PLAGUICIDAS
Insecticidas en los alimentos, la
exposición cotidiana
·
¿DÓNDE SE ENCUENTRAN?
Son usados como
insecticidas, herbicidas y fungicidas para usos agrícolas, en el mantenimiento
de parques y jardines y en el control de plagas.
·
¿QUÉ EFECTOS PRODUCEN?
Intoxicaciones,
suicidios, disminución de la fertilidad, abortos espontáneos, alteración de
funciones hormonales y mayor riesgo de cáncer. De las 500 sustancias autorizadas,
entre 50 y 70 de ellas son muy preocupantes, porque son alteradores hormonales
(disruptores endrocrinos).
PRESENCIA
En el cuerpo se
almacenan y se bioacumulan residuos de pesticidas usados en la agricultura que
han contaminado los piensos de los animales o que han pasado a la cadena
alimentaria humana a través de la alimentación. Muchos son persistentes, por lo
que se acumulan en los tejidos grasos. Un estudio pilotado por Miquel Porta
–investigador de Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM) de
Barcelona– detectó que el 88% de la población catalana tiene en su organismo
restos del insecticida DDT, prohibido en 1977. Los niveles más altos de tóxicos
se dan en personas obesas y las de mayor edad.
·
LOS IMPACTOS Y EL DEBATE SOCIAL
El último informe de la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés)
determinó que el 51% de las fresas presentaban tres o más plaguicidas y en el
16% de ellas había más de cinco plaguicidas. Los productos que dieron más positivo fueron, además, melocotones, manzanas y
lechugas. Un estudio dirigido por el investigador Vicent Yusà, con una muestra
de 125 niños valencianos de 6 a 11 años, observó que el 86% de ellos excretaba
plaguicidas no persistentes y que las concentraciones mayores se daban en los
hijos de familias con menos estudios o que usaban plaguicidas en el jardín. “La
gran trampa de la normativa es que sólo atiende a las concentraciones máximas
de un plaguicida por alimento, sin tener en cuenta que estos tienen más de un
residuo de pesticidas y que comemos otros alimentos contaminados. Habría que
tener en cuenta la suma de plaguicidas total, el cóctel de contaminantes.
Además, cualquier nivel de exposición a pesticidas que son disruptores
endocrinos puede suponer un riesgo”, dice Dolores Romano, de Ecologistas en
Acción.
·
SOLUCIONES
Los expertos proponen 1)
prohibir determinados plaguicidas, 2) fomentar la agricultura ecológica, y 3)
consumir una dieta variada para evitar los alimentos más contaminados (que son
los más grasos: grasas de animales y pescados de gran tamaño).
GLISOFATO
Tormenta
política sobre el herbicida más común
· ¿DÓNDE SE ENCUENTRA?
Es el herbicida
más utilizado en Europa para controlar malas hierbas. Su uso se ha disparado con el
desarrollo de cultivos modificados genéticamente, sobre todo en Sudamérica. Es
eficaz para matar las malas hierbas, pues no ataca a la planta modificada (diseñada para ser
tolerante a este producto). La polémica estalló por su empleo masivo en
monocultivos de soja transgénica en Brasil, Argentina o Paraguay, donde ha sido
relacionado con intoxicaciones y malformaciones congénitas en poblaciones
campesinas tras masivas fumigaciones.
· ¿QUÉ EFECTOS PRODUCE?
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC),
adscrita a la OMS, clasificó al glifosato como “probablemente cancerígeno para
los seres humanos”, mientras que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA, por sus siglas en inglés) concluyó hace unos meses que no hay pruebas
científicas que demuestren el vínculo entre glifosato y cáncer. Un grupo de 96
científicos independientes criticaron el informe de la EFSA.
· DEBATE SOCIAL Y POLÍTICO
La UE se muestra
muy dividida sobre la solicitud para renovar la autorización para comercializar
el glifosato otros 15 años, como pide la empresa. Italia, Francia, Suecia y los
Países Bajos rechazan dar la nueva licencia; Reino Unido apuesta por dar su aprobación,
y Alemania se abstiene. El próximo mes de mayo, el comité permanente de
plantas, animales, alimentos y piensos de la CE (donde están representados los
28 países) deberá dilucidar la cuestión. Los ecologistas piden que el Gobierno
español vote en contra. El pasado miércoles, el Europarlamento aprobó una
resolución no vinculante en la que da luz verde a renovar la autorización por
siete años, pero con la condición de que no se use en parques y jardines o
cerca de ellos, que sólo lo empleen personas profesionales y se dé prioridad a
sistemas más seguros.
· SOLUCIONES
Numerosas
ciudades han reducido o han eliminado su uso en parques y jardines, como
Barcelona, Tarragona o Sabadell. Entre las alternativas contra las malas
hierbas están el uso de plástico en el suelo (para bloquear la luz) o el
desbroce mecánico.
BISFENOLA
Los riesgos de
migrar del envase al alimento
· ¿DÓNDE SE ENCUENTRA?
El bisfenol A es
un compuesto químico usado para sintetizar policarbonato y resinas epoxi, con
los que se fabrican envases de alimentos, cantimploras, pegamentos y barnices,
pero puede liberarse, por ejemplo, de los recubrimientos interiores de las
latas de conserva o de los tickets de compra. La UE prohibió su uso en
biberones. “Nos preocupa la migración de las sustancias disruptoras endocrinas
del envase al alimento”, dice Miquel Porta.
· ¿QUÉ EFECTOS PRODUCE?
Numerosos
estudios lo han relacionado con las enfermedades hormonales. Bisfenol A está
clasificado como un disruptor endocrino (compuesto químico que se comporta como
una hormona) y está afectando a la salud reproductiva de la mujer, a la calidad
del semen, a afectaciones en los primeros meses de gestación del feto masculino
y a varios tipos de cáncer y otros trastornos del metabolismo. “El feto macho
es extraordinariamente sensible a los estrógenos, sean naturales o exógenos,
por lo que las enfermedades son más frecuentes en los individuos expuestos a
estos contaminantes en fases tempranas del desarrollo”, dice Nicolás Olea,
catedrático de Medicina de la Universidad de Granada. Los niños de 3 a 10 años
son los más expuestos al bisfenol A, mientras que las hijas de las mujeres
embarazadas expuestas a niveles potencialmente peligrosos tendrán más
posibilidades de sufrir cáncer de pecho cuando crezcan.
· NORMATIVAS
La EFSA afirma que la exposición al bisfenol A “a los niveles actuales”
no supone ningún riesgo para la salud. Y rebajó el año pasado el nivel de
ingesta diaria máxima tolerable de 50 a 4 microg/ por kilo de peso de la
persona, por día, pero el Gobierno danés ha bajado todavía más este límite,
hasta 0,7 microg/kg.
· SOLUCIONES
“Ese es un asunto político. La UE no los regula argumentando que no hay
criterios claros para determinar cuándo un compuesto químico es un disruptor
endocrino. Sin embargo, desde 1936 se sabe que bisfenol-A es un estrógeno”,
dice Olea. Suecia ha denunciado a la Comisión Europea por no cumplir con la
orden del Parlamento que exigía una regulación. “Mientras se deciden a actuar,
se debería aplicar un principio de precaución”, añade Olea.
PERFLUORADOS
Los
antiadherentes,cada vez más usados
· ¿DÓNDE SE ENCUENTRAN?
Los compuestos
perfluorados han sido empleados para diversos usos por su capacidad para
repeler el aceite y el agua. Así, han sido utilizado en sartenes
antiadherentes, productos para el cabello, papel de cocinar, productos para la
limpieza de alfombras, abrillantadores de suelos, tejidos de ropa de montaña
impermeable o tapicerías, alfombras o pinturas. Entre los más estudiados están
el sulfonato de perfluorooctano (PFOS) y el perfluorooctanato (PFOA), incluidos
en el anexo B del convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes.
· ¿QUÉ EFECTOS PRODUCEN?
Han sido relacionados con diferentes tipos de cáncer. Estudios con
animales han detectado efectos en el hígado, el sistema inmune, el desarrollo y
los órganos sexuales, entre otros. Se ha visto una asociación entre los niveles
de alguna de estas sustancias y enfermedades tiroideas. Hay evidencias de que
son disruptores endocrinos. Además, son sustancias muy persistentes que se
acumulan en los organismos de los seres vivos.
· DEBATE SOCIAL Y POLÍTICO
La industria ha
reducido en Europa el uso de las sustancias perfluoradas más conocidas (PFOS y
PFOA), pero sigue fabricando y utilizando otras sustancias de este grupo
también preocupantes y, además, se siguen importando artículos que las
contienen. “La campaña Detox reclamó a las marcas textiles que hicieran cambios
necesarios, junto a sus proveedores, para eliminar las sustancias peligrosas de
la cadena de suministro y del ciclo de vida completo de sus productos”,
recuerda Sara del Río, portavoz de Greenpeace. Varias empresas textiles han
anunciado que los eliminarán.
· SOLUCIONES
KOOP, una cadena
de supermercados danesa, dejó de vender el verano pasado bolsas de palomitas de
maíz que se calientan en el microondas, por el riesgo de que estas sustancias
pasaran a las palomitas y fueran ingeridas. No obstante, a los pocos meses
anunció que volvía a venderlas ya que uno de sus proveedores, un empresa
española, había desarrollado un nuevo papel que no necesitaba estas sustancias
tóxicas. La Fundación Vivo Sanopide una
regulación más estricta y transparente.
FTALATOS
Los plastificantes
y el debate sobre su regulación en la UE
· ¿DÓNDE SE ENCUENTRAN?
Se usan para
ablandar plásticos, fijar fragancias en colonias y ambientadores y en otros
productos. Su presencia en la vida cotidiana es muy extendida: juguetes
infantiles, papeles pintados, cables, pegamentos, suelos de PVC (desde donde se
desprenden al no estar unidos al polímero), envases de plástico para alimentos,
tintas de impresión o ropas y tejidos, así como productos de limpieza del
hogar, lacas y barnices...
· ¿QUÉ EFECTOS PRODUCEN?
Se ha
documentado la presencia generalizada de diferentes ftalatos en el cuerpo
humano. Muchos alteran el equilibrio hormonal (son disruptores endocrinos), se
trata de sustancias tóxicas para la reproducción. Entre sus efectos más
conocidos están las malformaciones congénitas del aparatos genital y urinario
en bebés varones o el descenso de la fertilidad. También se han relacionado con
diversos tipos de cánceres.
· DEBATE SOCIAL Y POLÍTICO
“Estas
sustancias las encontramos habitualmente en la orina. ¿Por qué? Es la evidencia
de que estamos expuestos a estas sustancias habitualmente”, dice Miquel Porta.
“Son un problema que nos afecta a todos de forma indiscriminada, porque son
inhalados, ingeridos y absorbidos por la piel”, dice Carlos Prada, promotor de
la campaña “Hogar sin tóxicos” de la Fundación Vivo Sano y autor del informe Los ftalatos. Un estudio europeo
(Democophes), en el que participó el Instituto Carlos III de Madrid –y que
evaluó diversas sustancias en una muestra de población de madres y sus hijos en
17 países–, detectó que los niños españoles presentaban niveles seis veces
superiores de DEP (en este caso, un ftalato autorizado) al de los niños
europeos. Asimismo, los niveles de ftalatos prohibidos (DEHP) eran superiores,
aunque de manera menos significativa, según nos explica la investigadora
Argelia Castaño.
· SOLUCIONES
La Fundación
Vivo Sano y los grupos ecologistas piden 1) una regulación europea más estricta
sobre los disruptores endocrinos, 2) prohibir en España la puesta en el mercado
de productos que contengan los ftalatos identificados como de mayor riesgo, 3)
prohibir estas sustancias en materiales en contacto con alimentos, 4) imponer
tasas a las empresas que fabriquen o comercialicen productos con ftalatos, y 5)
establecer el etiquetado obligatorio de la presencia de ftalatos en bienes de consumo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario