jueves, 30 de noviembre de 2017

Púbico o privado, esa no es la cuestión

Gerente General (MBA) en empresas sanitarias, Dirigió creación de la empresa sanitaria ECONSSAChile, Participó por el Estado en el proceso de transformación en empresa de los servicios sanitario. Autor del libro La Industria Sanitaria en Chile
(publicado por iagua)

Existen países que han explorado la incorporación de privados a la gestión del agua potable y alcantarillado, pero es su mayoría han vuelto a la gestión pública. Al parecer, solo dos países, Inglaterra y Chile, han realizado privatizaciones radicales de los servicios de agua potable y alcantarillado y siguen vigentes. Estos procesos fueron implementados a finales de los 80. En ambos casos, tuvieron una influencia de la Escuela de Economía de Chicago, liderada por el premio Nobel de Economía (1976) Milton Friedman, padre del actual neoliberalismo. Este “domicilio político y económico" del modelo provoca cierta crítica adicional y que es plenamente comprensible.
To be or not to be, esa no es la cuestión. Si son las mismas exigencias de resultado en un mismo marco jurídico y se cumple el objetivo pierde la relevancia si el operador es público o privado
En Chile, el marco normativo (Ley de tarifas, explotación de concesiones y otras, además de la creación de la Superintendencia de Servicios Sanitarios. SISS) fue promulgado entre el año 1989 y 1990. El inicio del proceso privatizador se realizó cerca de diez años después a partir de 1998. En estos 10 años, fueron las empresas sanitarias del Estado y el organismo fiscalizador la Superintendencia de Servicios Sanitarios los que se hicieron cargo de desplegar e implementar el nuevo modelo, incluido la aplicación de la tarifa de “costo real”, este fue uno de los factores que visibilizó el marco jurídico. El hecho que sea el Estado quien haya aplicado los incrementos tarifarios para eliminar el subsidio, disminuyó la desconfianza de la comunidad frente al proceso y facilitó de alguna manera su instalación, no sin que la comunidad dejara de manifestar su malestar por esa medida. El dejar a los privados que hicieran los ajustes tarifarios fue uno de los errores cometidos en estos proceso en América Latina.
En el caso Ingles, tanto la normativa y la privatización se realizaron entre 1986 y 1989, período en que se dictó la Ley del Agua, se creó la Autoridad de Regulación de los Servicios del Agua (Ofwat) y se implementaron las empresas regionales de servicios del agua.  
El modelo chileno, ya tiene 27 años de operación y más de 15 años con la incorporación de privados a la propiedad y la gestión de estos servicios, esto no significa que no hayan existido conflictos, deficiencias o criticas, pero lo importante es que se han podido resolver dentro del modelo. 
En Chile, el año 2014 se logró llegar al 100% de cobertura de los servicios sanitarios, incluida el tratamiento de la totalidad de las aguas servidas, dejando al país en una destacada posición mundial con inversiones privadas cercanas a los US$ 6.000 millones entre los años 2000 y 2015, sin que el Estado haya aportado recursos, salvo el subsidio estatal dirigido al pago de la cuenta de los clientes más vulnerables económicamente, con un costo fiscal aproximado de US$ 100 millones anuales. Este subsidio llega a unas 750.000 familias y significan un 6,4% del total de las ventas ($) anuales de la industria. Su financiamiento en parte, es con los impuestos a la renta que pagan las empresas privadas de agua potable y alcantarillado vía tributaria. Este logro del acceso universal urbano al agua potable y saneamiento y la sostenibilidad del modelo, es consecuencia de una alianza estratégica púbica-privada de largo plazo, donde cada uno cumple su rol, los privados operan e invierten y el Estado fiscaliza y regula.
Son conocidos los casos de gestiones operacionales fracasadas y exitosas tanto públicas como privadas. Decidir una u otra no asegura de ninguna manera una gestión eficiente, son otros los temas importante, por ejemplo: Tarifa, Inversiones, medición del consumo, que el operador rinda cuenta pública de su gestión, aspectos culturales locales, etc
El modelo chileno, no está diseñado exclusivamente para los operadores privados, por el contrario, al modelo le es indiferente la propiedad de los activos, incluso se puede renacionalizar el agua y el marco jurídico no debería modificarse. Las exigencias y las reglas del juego son iguales para todos los operadores de servicios de agua potable sean estos públicos o privados, de igual manera que las tarifas son iguales para todos los consumidores domésticos o industriales.
El control técnico y normativo está a cargo de un solo organismo del Estado (Superintendencia de Servicios Sanitarios) que tiene facultades fiscalizadoras y regulatoria, fundamentalmente en el cálculo de la tarifa cada 5 años, controlando permanentemente el cumplimiento de los planes de inversiones, la calidad y continuidad de los servicios sancionando al operador en caso de incumplimiento.
En la actualidad, en Chile existen 4 tipos de operadores de servicios sanitarios, ellos son:
a) Empresas sanitarias de propiedad de privados (4 Empresas) que compraron las acciones de las Empresas del Estado y son dueñas indefinidamente de los activos y la concesión. Actualmente, estas controlan el 68% del mercado que equivales a uno 3,4 millones de clientes y unos 10,8 millones de personas.
b) Empresas sanitarias privadas concesionadas (8 Empresas) que adquirieron mediante un contrato a las Empresas del Estado la transferencia del derecho de explotación de las concesiones sanitarias por 30 años de operación. En este caso, los inversionistas no son propietarios de los activos, estos siguen siendo de propiedad de las Empresas del Estado. Al final del período, se devuelve las concesiones a la Empresa del Estado con toda la infraestructuras, incluso con aquellas que construyo el privado en el período del contrato. Actualmente estas empresas operan un 25% del mercado que equivale a 1,5 millones de clientes y unos 4,8 millones de personas.
c) Empresa sanitaria municipal (1 Empresa) De propiedad del Municipio de Maipú que es la segunda comuna con mayor población del país (600.000 personas) y representa el 5% del mercado que equivale a 200 mil clientes.
d) Empresas sanitarias privadas pequeñas (47 Empresas) que son dueñas de los activos y representan un 2% del mercado, abastecen a unos 30 mil clientes y unas 96 mil personas.
Aun cuando internacionalmente, existe un largo tiempo transcurrido en la operación de estos servicios tanto públicos como privado, continuamos en este debate como si solo esto determinara una buena gestión para lograr el objetivo de dar acceso universal a estos servicios. Actualmente existen planteamientos de sectores de la sociedad que demandan “renacionalizar” o “remunicipalizar” el agua como se está exigiendo en España y en otras partes del mundo. Estas expresiones son la expresión del malestar y desconfianza de algunos sectores de la comunidad, que no le es aceptable que las empresas privadas se beneficien o lucren con el recurso agua y menos con un servicio tan vital como este. Por otro lado, también existen sectores que no aceptan que sea el Estado el que gestione estos servicios debido a su falta de gestión adecuada, falta de recursos económicos para realizar las inversiones y una politización de ellos.  Estos planteamientos son legítimamente válidos de ser exigidos, analizados y debatidos públicamente, pero con una mirada más amplia entendiendo que el objetivo final es ampliar y permitir el acceso de toda la población a un servicio de agua potable y saneamiento, a un precio o tarifa justa, que permita la sostenibilidad económica en el tiempo y un servicio continuo de calidad, sin que sea un impedimento quien lo opere.
En América Latina llevamos años sin lograr las coberturas eficientes de agua potable y más grave aun es la situación del saneamiento, donde existen señales que no se cumplirá la meta ODS de las NU de dar cobertura a la comunidad de esto servicios. Cada año que los Estados se retrasan en la obtención de la meta, estamos colaborando eficientemente a aumentar, a lo menos, las desigualdades sociales y las enfermedades entéricas en nuestra población. Centrarse en una discusión bipolar si debe ser público o privado, no tiene mucho sentido. Se debe evitar al operador ineficiente y corrupto, que no entregue un servicio adecuado a un precio justo y de acceso universal, sea quien sea el operador.
Convertir los servicios de agua y saneamiento en un instrumento político, es tan grave como asumir que estos servicios son un bien de consumo que responden a las reglas de la oferta y demanda
El Estado no pueden renunciar a su obligación de fiscalizar y asegurar a la comunidad el derecho humano de tener acceso universal al agua potable y saneamiento, prescindiendo de quién realiza la gestión. Para cumplir este objetivo, se debe buscar el mejor mecanismo o modelo, lo importante es que se cumpla el objetivo.
El debate no se puede restringir o limitar si la gestión del agua potable y el saneamiento deben ser pública o privada, también deben incluirse temas como se obtienen los recursos económicos, como el Estado o privados financiarán la operación e inversiones, como deben ser los mecanismos de regulación y fiscalización. Esta institución fiscalizadora debe estar en manos del Estado (no del gobierno) con una gobernanza corporativa robusta, autónoma técnicamente con personal calificado, contar con recursos adecuados y que se rinda cuenta pública anual de su gestión y del uso de los recursos.
To be or not to be, esa no es la cuestión, no es solo si el servicio de agua potable y saneamiento es público o privado, en ambos casos se conocen de operaciones o gestiones fracasadas, con negativas consecuencia. Lo importante es lograr que la comunidad mejore su calidad de vida y su salud, teniendo acceso seguro al agua potable y saneamiento de calidad, en forma permanente, sostenible en el tiempo y a precios "justos" y la cuestión no es quien opere los activos.


miércoles, 29 de noviembre de 2017

La crisis del agua (Editorial del País hoy)

La crisis del agua (Editorial del País hoy)
España necesita una nueva gestión para hacer frente a las sequías
La sequía que nos azota desde enero de 2016 ha vuelto a encender las alarmas sobre la vulnerabilidad de nuestro país en uno de los recursos esenciales, el suministro de agua. Entre 2014 y 2016 ya llovió un 6% menos que la media. Este año, el descenso de precipitaciones en un 24% hasta octubre y un noviembre anormalmente seco puede conducirnos a una sequía tan grave o más que la que hubo entre 1991 y 1995. Las medidas que se tomaron entonces permiten una mayor eficiencia en el consumo de agua, pero son totalmente insuficientes para encarar la creciente distancia entre los caudales disponibles y las necesidades a atender.
España siempre ha sido un país seco y el desarrollo económico alcanzado ha sido posible en parte gracias a la red de pantanos y las infraestructuras de trasvase construidas. Pero ese modelo está agotado y no permite encarar la grave crisis hídrica a la que estamos abocados, complicada por los efectos del cambio climático. Los caudales disponibles son ya un 20% inferiores a los de hace 30 años y los expertos prevén que sigan disminuyendo por la combinación de dos factores: el descenso de las precipitaciones y una mayor evaporación por el aumento de las temperaturas. Se estima que la temperatura media ha aumentado en las tres últimas décadas 0,9 grados. El patrón se agravará probablemente en los próximos años.
Mientras tanto, la demanda de agua no deja de aumentar, tanto en la agricultura y la industria como en el consumo doméstico. Las tierras de regadío, por ejemplo, han aumentado un 21% entre 1998 (3,3 millones de hectáreas) y 2016 (4,05 millones). Es urgente, pues, establecer un plan que permita encarar la crisis que se avecina con medidas de ahorro e inversión en plantas desaladoras. Sin menospreciar el impacto que puedan tener las campañas de atención en el uso doméstico, las medidas deben centrarse en el sector agrario, al que va a parar el 85% del agua que se consume.
El problema se localiza sobre todo en los cultivos semiintensivos (algodón, remolacha) y los extensivos (cereales, maíz), que se riegan por gravedad. Hay que propiciar una nueva gestión del agua en estos cultivos con la introducción de sistemas eficientes de riego y medidas tarifarias que fomenten el ahorro. Una medida a estudiar es que la tarifa no se establezca en función de la superficie regada, sino del consumo. El objetivo es lograr la eficiencia que ya se ha conseguido en los cultivos intensivos, que consumen el 30% del agua y aportan el 70% del valor añadido agrícola.
Otro gran frente de mejora es la reutilización de las aguas residuales urbanas. En España apenas reutilizamos el 15%, cuando en lugares también secos como California e Israel reutilizan el 70%. Finalmente, debemos hacer de la necesidad virtud y aprovechar el potencial solar y marino para aumentar la obtención de agua mediante desalación. El agua de las desaladoras es más cara porque estas instalaciones requieren mucha energía, pero el precio puede disminuir si se aprovecha la producción de las fuentes renovables en las horas de menor consumo. La crisis hídrica es uno de los mayores desafíos que afrontamos. Es urgente encararlo.


viernes, 17 de noviembre de 2017

Alguna fotos de la Mina de Can Roca. Castelldefels, noviembre 2017











50 medidas para detener la contaminación

Las pérdidas económicas relacionadas con la polución aumentarán en los próximos años, alerta el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Algunas soluciones
LAS 50 MEDIDAS

Contaminación del aire
1. Formular políticas y estrategias de la calidad del aire a nivel subnacional, nacional y regional para cumplir las directrices sobre la calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud
2. Invertir en las redes de vigilancia de la calidad del aire, los sistemas de evaluación, la capacidad institucional y la divulgación de información al público en general para corregir las deficiencias en materia de capacidad, datos, información y concienciación
3. Reducir las emisiones procedentes de fuentes industriales y manufactureras de importancia
4. Establecer y aplicar normas avanzadas sobre emisiones de los vehículos
5. Idear vehículos híbridos y eléctricos e implantar su uso
6. Facilitar el acceso al transporte público y a la infraestructura de transporte no motorizado en las ciudades
7. Aumentar las inversiones en energía renovable y eficiencia energética
8. Mejorar el acceso a combustibles de cocina no contaminantes y a tecnologías ecológicas para la calefacción residencial
9. Proteger y restaurar los ecosistemas para evitar la erosión, los incendios y las tormentas de polvo
10. Reducir las emisiones de metano y amonio procedentes de la agricultura
11. Designar y ampliar espacios verdes en las zonas urbanas
12. Mejorar las actividades gubernamentales y empresariales en relación con el cambio climático para luchar mejor contra la contaminación local y regional
Contaminación del agua
13. Aumentar el tratamiento, el reciclaje y la reutilización de las aguas residuales para reducir al menos a la mitad el vertido de aguas residuales sin tratar a las masas de agua dulce antes de 2030
14. Adoptar y aplicar directrices nacionales para la gestión de los ecosistemas de agua dulce a fin de proteger y restaurar los humedales y otros sistemas naturales que contribuyen a la purificación del agua
15. Implantar, mejorar y armonizar sistemas de vigilancia (in situ) de la calidad y la cantidad (caudal) de las aguas superficiales y subterráneas
16. Definir normas nacionales sobre las masas de agua para ofrecer un panorama actual de la calidad de los recursos hídricos disponibles y determinar las oportunidades y los riesgos en relación con la salud de las personas y los ecosistemas
17. Mejorar la reunión y el intercambio de datos, crear capacidad para el control y la garantía de calidad de los datos y divulgar la información sobre la calidad del agua
18. Universalizar el acceso al agua potable y el saneamiento antes de 2030
Contaminación de la tierra y el suelo
19. Adoptar prácticas agroecológicas, implantar la gestión integrada de las plagas y establecer directrices para la reducción y el uso eficiente de fertilizantes y plaguicidas inocuos para el medioambiente en la agricultura
20. Reducir los contaminantes de fuentes puntuales, como los metales pesados procedentes de la industria, y los contaminantes de fuentes difusas, como los plaguicidas y los fertilizantes usados de manera ineficiente en la agricultura
21. Reducir el uso de los antimicrobianos, en especial los antibióticos utilizados en el sector de la ganadería, para evitar las liberaciones no intencionales en el medioambiente y la cadena alimentaria, e intensificar la sensibilización del público y la colaboración internacional en la investigación y el desarrollo de productos
22. Invertir en el fomento de los conocimientos de todos los actores relacionados con el diseño, la construcción, el funcionamiento y la clausura de presas de retención de desechos de minería
23. Rehabilitación de los sitios contaminados
24. Invertir en la vigilancia sistemática del medioambiente a largo plazo tras las clausuras de plantas industriales
Contaminación marina y costera
25. No descargar aguas residuales sin tratar y reducir la afluencia excesiva al medio marino de nutrientes por escorrentía procedentes de la agricultura
26. Restaurar y conservar los ecosistemas y los humedales costeros para reducir la afluencia excesiva de nutrientes y otros contaminantes como los metales pesados a los medios costeros y marinos
27. Prevenir y reducir la basura marina, incluidos los microplásticos, y armonizar los métodos de vigilancia y evaluación para facilitar el establecimiento de metas de reducción
28. Reducir o eliminar el uso de ciertos tipos de plástico (por ejemplo, microgránulos, embalaje, plásticos de uso único) y promover su recuperación
29. Elaborar marcos de gobernanza y estrategias eficientes para prevenir y reducir al mínimo la generación de basura plástica marina, en especial la procedente de fuentes terrestres, y hacer que los productores se responsabilicen más del diseño sostenible, la recuperación, el reciclaje y la eliminación ambientalmente racional de sus productos
30. Regular las fugas de desechos radiactivos al mar
31. Establecer sistemas de recogida de desechos en las zonas costeras y programas de vigilancia sistemática de la basura marina que sirvan de fundamento a las intervenciones preliminares
Productos químicos y desechos
32. Adoptar una gestión racional de los productos químicos y promover la integración de la química sostenible en los enfoques, las políticas y las prácticas empresariales
33. Reforzar la aplicación de las normas vigentes que regulan los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos, en especial las corrientes de desechos tóxicos de los países desarrollados a los países en desarrollo
34. Intensificar la labor de implantación de alternativas locales seguras, eficaces, asequibles y ambientalmente racionales a los productos químicos de interés, como el DDT (diclorodifeniltricloroetano), los PCB (bifenilos policlorados), el asbesto, el plomo y el mercurio
35. Acelerar la aplicación de los Convenios de Basilea, Estocolmo y Róterdam, el Convenio de Minamata y el Enfoque Estratégico para la Gestión de los Productos Químicos a Nivel Internacional de manera coordinada en el plano nacional
36. Establecer y fortalecer los registros de emisiones y transferencia de contaminantes para cuantificar los progresos y suministrar datos de referencia sobre las emisiones de productos químicos
37. Facilitar información fiable y eficaz sobre los efectos de los productos de consumo durante todo su ciclo de vida
38. Introducir sistemas de etiquetado ecológicos
39. Introducir programas de responsabilidad de los fabricantes para la recogida, el tratamiento y el reciclaje en condiciones de seguridad de los desechos de la producción y el consumo
40. Fomentar los conocimientos relativos a las sustancias químicas presentes en los productos durante todo su ciclo de vida (producción, uso, consumo y eliminación)
41. Ampliar la vida útil de los productos
42. Reducir la exposición al plomo derivada del reciclaje de baterías, la cerámica, las municiones, la pintura y los sitios contaminados
43. Eliminar el uso del mercurio en una serie de productos específicos antes de 2020 y en los procesos de fabricación antes de 2025, y reducirlo en las amalgamas dentales y la minería
44. Eliminar la producción y el uso del asbesto y velar por su eliminación racional
45. Acelerar el proceso de eliminación de los PCB (bifenilos policlorados) a fin de cumplir con los plazos fijados por el Convenio de Estocolmo para la eliminación de esas sustancias antes de 2025 y su erradicación completa antes de 2028
46. Divulgar más información sobre la presencia de productos químicos en el medioambiente, en los seres humanos y en los focos de contaminación, y seguir de cerca los datos al respecto
47. Reducir al mínimo la generación de desechos y mejorar su recogida, separación, reutilización, reciclaje, recuperación y eliminación definitiva mediante la formulación y aplicación de marcos normativos y reglamentos a nivel nacional y subnacional
48. Eliminar la descarga incontrolada y la quema a cielo abierto de desechos
49. Aumentar la recuperación de materiales y energía de los desechos, en especial mediante el reciclaje
50. Reducir el desperdicio de alimentos en las cadenas de valor, en especial con respecto a los consumidores

miércoles, 15 de noviembre de 2017

España suspende el examen sobre cumplimiento del Acuerdo de París.

CAMBIO CLIMÁTICO- Antonio Cerrillo. La Vanguardia
España suspende el examen sobre cumplimiento del Acuerdo de París
·         El Índice de Actuación Climática , elaborado por destacadas ONG internacionales, sitúa a España en la posición 38 de los 61 países analizados

·         Suspenso en el examen sobre el cumplimiento del Acuerdo de París sobre el cambio climático del planeta. España ocupa el lugar 38 en un listado de 61 naciones en el Índice de Actuación Climática (Climate Change Perfomance Index), elaborado por una red de organizaciones no gubernamentales Climate Action Network (CAN) y GermanWatch.

·         El Índice de Actuación Climatica evalúa la ambición de los países para cumplir el referido acuerdo internacional analizando los objetivos que se ha marcado para el año 2030 (para reducir emisiones de gases invernadero) así como las medidas puestas en práctica para alcanzarlos. En última instancia, sirve para valorar qué está haciendo cada país para contener el incremento de las temperaturas de 2º respecto las de la época preindustrial, como ha sido acordado.
·         El ranking de países más activos en las políticas para mitigar el calentamiento está encabezado por Suecia, Lituania, Marruecos, Noruega y Reino Unido. También obtienen una nota “alta” Francia, Italia, Dinamarca y Portugal (que ocupan la posiciones de la 15 a la 18). Consiguen una nota “media” (aprobado) Brasil (19), Alemania (22) o México (27), mientras que suspenden la prueba, con una nota calificada como “baja” Holanda (34), Indonesia (37), Polonia (40) o China (41) además de España (38), entre otros.

El vertido de residuos plásticos a los océanos se triplicará en el 2040 si no se actúa

https://www.lavanguardia.com/natural/20200724/482476613442/plasticos-pew-vertidos-plasticos.html El 41% de estos residuos tienen una gest...